El cambio de destinos maduros y la búsqueda de un cliente de mayor gasto va de la mano con una mejora en la propuesta hotelera, pero tanto las cadenas como los inversores sostienen que la dificultad para obtener licencias y el exceso de regulación amenazan el salto de calidad requerido. «Construir un hotel en España es un drama», dijo. amancio lopezpresidente de Grupo Hotusa, bajo Foro Hotusa Explore 2023.
«En el mercado español vemos lo que pasa en los mercados maduros, que es muy poco crecimiento de nueva oferta. Si miramos los últimos 10 o 15 años, encontramos que el crecimiento es inferior al 1% anual», dice Raúl González, director general de EMEA, Oriente Medio y África de Barceló Hotel Group, añadiendo que “hay muy pocos hoteles nuevos en construcción y hay más trabajo que transformación”.
Según las últimas cifras de Colliers, en 2022 se invertirán 1.655 millones de euros en reparaciones, gestiones específicas, reformas integrales y parciales, reconversión y nueva construcción de hoteles. Este año la cifra rondará los 1.558 millones y ascenderá a 3.073 millones a partir de 2024.
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Ofrecer un producto diferente y único que venda al mismo tiempo no es fácil, porque el cliente está en constante cambio. Para González, pantalla mejora pasa «Ve por una especialidad más grande» Porque, también cuelga Amancio López, “Hay que luchar por la diferenciación, los márgenes se van reduciendo por volumen hasta acabar agotándose”.

De izquierda a derecha: Amancio Lopez (Presidente de Grupo Hotusa), Gonzalo del Pion (Group President, Inclusive Collection Hyatt Americas & Global Hyatt), Victor Marti (CEO de GMA / Atom Hotels Socimi) y Raul González (CEO de EMEA Barceló Hotels grupo)
El consejero delegado de Barceló para Europa, Oriente Medio y África destaca que es necesario «dar una instantánea» del producto hotelero, porque «llevamos un tiempo sin desarrollar, mejorar, pero no hemos hecho mucha disrupción». En parte por la dificultad de obtener licencias.
“Todos hablamos de querer un turismo con mayor poder adquisitivo, pero no ayudamos mucho, y no me refiero a las subvenciones, solo para no complicar el cambio o reposicionamiento del producto”, dice el consejero delegado de Grupo. Barceló.
Al respecto, Amancio López lo confirma “Montar un hotel en España, no en todas las ciudades, es un drama. No les pedimos que nos ayuden, pero tampoco les pedimos que nos limiten (…) El daño que esto hace es enorme y puede llevar a algunos de nosotros a no querer hacer nada nuevo».
El peligro de la falta de construcción e incluso de las limitaciones actuales de la reforma, cree González, es que “un producto que parte de cero debe ser la punta de lanza que debe ser imitada por quienes tienen que cambiarse a sí mismos, pero si no se tiene producto no hay espejo en quien se mira.” a ella”.
‘Exceso de regulación colosal’
Desde el punto de vista de la inversión, Víctor Martí, El director ejecutivo de GMA/Atom Hoteles Socimi advierte de que en España “nos encontramos en una situación de sobrerregulación colosal”, ya que “cada sociedad autónoma es un mundo, las normas son distintas y ahora estamos llegando a sociedades donde las normas tienen una interpretación y ya no sabes administrar».
Concluye: «Este deseo de sobrerregulación nos traerá muchos problemas, porque desde el punto de vista de la inversión se necesita seguridad».