La aerolínea portuguesa TAP cerró el ejercicio 2022 con un beneficio de 65,6 millones de euros, impulsado por unos ingresos récord en el cuarto trimestre, tras muchos años de pérdidas con un enorme coste para las arcas públicas. Los detalles de las cuentas se han perdido parcialmente, ya que el gobierno portugués, después de despedir al director ejecutivo de la compañía en vivo por televisión, rechazó su solicitud de proporcionar esos resultados ella misma.
El «momento de gloria» de Christine Ormier-Widner se limitó a un informe escrito, en el que subrayó la importancia de sus hallazgos, según el portal del residente de Portugal.
Durante el cuarto trimestre de 2022, TAP logró alcanzar sus ingresos trimestrales más altos y ganancias récord, a pesar de los continuos desafíos operativos. Durante el primer año completo del plan de reestructuración, TAP generó un beneficio operativo récord para la empresa y un beneficio neto positivo muy sólido, dado su nivel de apalancamiento”.

El resultado operativo neto o beneficio antes de intereses e impuestos (Ebit) también fue positivo, con 268,2 millones de euros, incluyendo elementos no recurrentes de 19,4 millones de euros.
Los ingresos ascendieron a 3.485 millones de euros, un 151% más que el año anterior, combinado con un mayor nivel de actividad, lo que resultó en un aumento en la capacidad total disponible de asiento-kilómetro (ASK) en un 94,2% y un 87% desde los niveles anteriores a la crisis. El número de vuelos operados aumentó un 74,9% hasta el 79% de los niveles anteriores a la crisis.
TAP transportó un total de 13,8 millones de pasajeros en 2022, lo que supone un aumento del 136,1% respecto al año anterior, alcanzando el 81% de los niveles de 2019.
El coste del combustible se triplicó en 2022, aumentando 756,2 millones de euros interanuales hasta los 1.096,7 millones de euros debido al aumento de la actividad.
El impacto de los mayores precios del combustible contribuyó con 458,4 millones de euros a un aumento en la factura del combustible.
demanda en el horizonte
Y según los medios locales, la ex directora general Ormeyer-Widner se enfrentará a una demanda por despido improcedente en la que pedirá una indemnización de unos 3 millones de euros (que cubre la bonificación incluida en su contrato y el lucro cesante por su rescisión).
Por su parte, el economista Joao Duque dijo a la prensa que los beneficios de 2022 “no alcanzan para compensar las pérdidas anteriores. Sin embargo, son beneficios y por tanto pueden ser un punto de partida para hacer más atractiva la aerolínea para los inversores (…) TAP se reactivará y por lo tanto tenemos que pensar En estos términos: ¿Qué tan atractivos son estos resultados que hacen que TAP sea realmente atractivo?