El sector de exposiciones, congresos y exposiciones fue uno de los primeros sectores afectados por la interrupción de la actividad impuesta por la pandemia del COVID-19 en 2020, y desde entonces ha intentado volver a la normalidad y a la senda de la rentabilidad, aunque está en camino. Hay una serie de trampasque GEBTA especificó para HOSTELTUR, lo que amenaza su probada resiliencia.
Al incremento descontrolado de costos que impone la inflación, que además no se pueden repercutir a los clientes por el cierre anticipado de presupuestos, se suman otros factores. como una «incertidumbre general»que abarca diversos factores como la seguridad sanitaria, la guerra de Ucrania o los efectos del Brexit, entre otros.
En gran parte como consecuencia de lo anterior, también existe escasez de personal en el sector de los viajes de negocios, que afecta no sólo a las empresas que lo componen, sino también a También a sus socios estratégicoslo que dificulta el normal desarrollo de esta actividad desde el inicio de la epidemia, en una situación que aún no ha sido resuelta.

“Con la crisis reciente, muchas empresas han jubilado a empleados experimentados y otros trabajadores clave en busca de oportunidades laborales. integrado en otros sectores y no volvió. Explicaron desde GEBTA que necesitamos no solo retener talentos, sino sobre todo atraer a jóvenes talentos y darnos cuenta de la enorme competitividad del mercado laboral”.
“Algo tendremos que cambiar para que el talento elija el sector de viajes corporativos y eventos”
«Tenemos problemas con los guías profesionales y por supuesto tenemos problemas Dificultad para mantener ciertas posiciones En nuestras empresas con empleados experimentados”, admitieron los organizadores del evento.Pero los obstáculos en el camino hacia la vida normal que MICE pretende lograr en 2023 surgen en los lugares más inesperados…
Alquiler de minibuses y coches
Así, una de las dificultades identificadas por la patronal del sector afecta al transporte por carretera: “Muchas empresas de autobuses, así como fletadores, fueron muy cuidadosos Con la compra de nuevos compuestos y esto, sumado a la crisis de los microprocesadores, ha provocado que la demanda supere a la oferta y tengamos que pagar elevados costes de transporte que muchas veces nos cuesta conseguir”, señalan los empresarios.
“En el escenario positivo y controlado, podemos esperar que 2023 sea un año para restaurar el ritmo de eventos previo a la pandemia”.
Sin embargo, dadas las condiciones, también es una buena idea asumir lo peor: “En un escenario más conservador y con entornos esperados de alta inflación, nuestra expectativa es que nos costará un poco más Tendremos que esperar hasta 2025 para alcanzar la escala de eventos que vimos en 2019”.
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